En ocasiones, deberíamos permitámonos el lujo de apartarnos de la simple lógica y sumergirnos en la posibilidad de lo impredecible. A veces ir más allá de las limitaciones de lo posible puede parecer desfasado; pero por esta vez, déjame intentar no intentarlo. ¿Qué sucede cuando desafiamos las expectativas y exploramos los territorios inexplorados de nuestros deseos?

Quizás, al soltar las ataduras del “deber ser” y atrevernos a imaginar lo que parece inalcanzable, podamos abrir puertas a lo que ambos anhelamos. En este sentido de dejar de intentarlo, se despiertan las posibilidades ocultas que se quedaron rezagadas en el camino, a pesar de la ternura que emanaba de nuestra piel y la conexión que compartimos.

A veces, la frescura de lo nuevo se encuentra al desafiar las percepciones establecidas. No se trata de renunciar a nuestras metas, sino de liberarnos de las limitaciones autoimpuestas y permitir que el destino tome formas sorprendentes. Al adoptar este enfoque, creamos un espacio donde lo que parece imposible podría transformarse en una realidad palpable.

Quizás no pueda ser en el sentido convencional, pero, al abandonar la rigidez de nuestras expectativas, abrimos las puertas a un terreno donde los sueños y las aspiraciones pueden tomar forma de maneras inesperadas. La clave quizás está en la disposición de aventurarnos más allá de lo preestablecido y permitir que la magia de lo inesperado teja su propio relato.

En este viaje de exploración, descubrimos que el simple acto de dejar de intentarlo puede ser la chispa que enciende la llama de lo posible. Desafiemos nuestras propias percepciones y abracemos la incertidumbre, porque a veces, lo que deseamos puede florecer en terrenos que nunca imaginamos explorar.

Por ello, dejamé intentar no intentarlo; quizás no pueda ser, pero de ese modo, tal vez, pueda llegar a suceder. Explora más allá de las limitaciones de lo posible.

© copyrigth | José Luis Vaquero