Sin duda hay más fuerza en un silencio contenido que en el lamento, que en el grito de una queja.
Quien es capaz de sufrir en silencio las controversias de la vida, los imprevistos incluso la tristeza o el desconsuelo, es capaz de formatearse, reiniciarse a sí mismo.
Hacer que nuestro equilibrio sea la base de nuestros comportamientos, es complejo y una tarea a medio plazo, no hay resultados instantáneos.
Si eres del tipo de persona que busca el alivio del dolor, del daño como si se tratara de accionar un botón, tienes un camino que recorrer para no caer en dependencias.
Ser fuerte se trabaja, es como un musculo al que día a día haces el ejercicio para fortalecerlo y cuando paras lo notas.
Ser constantes es lo que nos hace fuertes en cualquier tipo de trabajo o ejercicio, en lo mental, en la autoestima, en el equilibrio personal: es el mismo proceso. Tenlo en cuenta no lo pases por alto ni lo vallas a olvidar.
© copyright | José Luis Vaquero
Y para qué quejarte?
Llorar? Hacer reproches?
Eso cuenta como chantaje emocional…
Te hará perder el control y tú equilibrio mental y tenderás a hacer lo que sea para retener a esa persona que probablemente esté a tu lado por pena,y eso es muy triste y descorazonador…
Es mejor guardar silencio y salir por la puerta con dignidad