“Hasta que lo inconsciente no se haga consciente, el subconsciente seguirá dirigiendo tu vida y tú le llamarás destino” Carl Jung.
Cada uno de nosotros como cada ser humano es impulsado a tomar acciones por fuerzas y estímulos externos, pero también internos. Los motivos internos vienen de un origen más profundo y complejo.
La frase que da pie a este post de Carl Jung viene a mostrar que el inconsciente para el no es un simple archivo de datos sobre deseos reprimidos, sino que es un universo real, mas rico, mas complejo para un ser humano que su propia conciencia. El cual si no es advertido tomará sus propias decisiones, sin importar la realidad del momento en que te encuentres.
Es muy fácil pensar que todo lo que hacemos es porque de algún modo lo aprendimos y a través de la practica nos especializamos incluso a veces hasta el punto de no necesitar pensar en los procesos por partes para ejecutarlos, y es verdad, en parte.
Es cierto que aprendemos a llenar un cubo de agua de un grifo y en cuanto lo hemos hecho en varias ocasiones no necesitas pensar en como hacerlo, es un proceso aprendido de forma consciente.
Para ello hemos usado nuestra memoria a corto o medio plazo en función de cuando y como aprendimos a llenar el cubo.
Pero hay procesos que implican emociones fuertes, complejas que se pierden en la noche de los tiempos de nuestra propia existencia, los cuales por cualquier causa se quedaron grabados en nosotros y aun hoy actuamos y tomamos decisiones conforme a esa rutina impuesta en nuestro subconsciente. Incluso llegan a relacionarse entre ellos para que tomes decisiones o determines como te sientes ante la misma amenaza que lo aprendieron en su momento.
Las mas profundas, las mas complejas, las que mas usamos de forma inconsciente son precisamente esas: las grabadas en nuestros primeros años de vida, y que son el fruto de la experiencia adquirida de nuestro entorno, padres, hermanos, familiares, cuidadores etc.
A veces sin saber porqué por algún detonante casi sin sentido y que no viene a cuento nos sentimos, mal, compungidos, con temor o incluso miedo que nos llega a desestabilizar sin comprender a cuento de que viene o cual es la razón. También suele suceder al revés sentirse eutrófico o subido de tono.
Hay procesos o costumbres que para deshacerse de ellas solo hay que seguir unas determinadas reglas y con mas o menos trabajo se consiguen, pero son esos procesos adquiridos en nuestra edad adulta, mediante un aprendizaje consciente.
Los procesos las rutinas que se adsorben en la mas tierna infancia (normalmente antes de los 6 – 7 años) son verdaderos programas para bien y para mal. Si es para mal actúan como verdaderos virus para nuestros estados emocionales y lo peor de todo sin saber porqué.
Cuando tengas dudas sobre tus pensamientos negativos, sobre tus estados de ansiedad sin causa aparente, tu tristeza, la excesiva melancolía, cuando te mata la soledad, o te sientes excluida con facilidad de los grupos de trabajo, familiares, de amistades, piensa que hay una razón, un programa adquirido en tu micro infancia que te hace arrastrar muchas de esas sensaciones a pesar de que al día de hoy no son reales, no se dan.
La frase tan famosa de Jung encierra una verdad enorme que a todos nos debe poner a pensar y a descifrar posibles estados personales que, si no los hacemos conscientes, si no los rescatamos del subconsciente, seguirán dirigiendo nuestra vida. Aunque en realidad estos no sean funcionales, ni útiles para nosotros en nuestro ahora, en nuestra vida real.
Seamos conscientemente vigilantes de nosotros mismos, curiosos y responsables indagando en profundidad cada vez que pongamos en duda nuestras emociones o nuestra forma de pensar, no solo será salud mental para ti, también lo será para tu entorno al poder interpretar de forma correcta tu realidad y a la vez no imponiendo tus mismos errores en el comportamiento de los demás. Todos influimos en todos, cuida tu forma de pensar.
© copyright | José Luis Vaquero
Estoy totalmente de acuerdo con todo el texto..
Hay veces que pasas por procesos en que tú subsconsciente no te deja ver tu parte consciente y piensas que estaba destinado para ti…
Pero cuando te pones en las manos adecuadas todo cambia,es un proceso largo,es una especie de adicción contraria,no te quieres ni te valoras bajo ningún concepto y tienes que revertir esos pensamientos y esa forma de verte a ti misma…
Se consigue y con el tiempo te das cuenta que muchas cosas de las que te han pasado no estaban en tu destino,las has dejado que ocurran tú con tu forma de actuar,dejando que decidan por ti,dejando que te anulen,restandote valor…