Eres el motor de mi existencia, esa luz que me guia… Se me apago la luz y traje la oscuridad de mi mundo, hiriendo a las personas que más amo, que más quiero…
Me deje llevar por mi tormenta interior, pensé quizás solo en mí en esos momentos, me equivoque, te hice sufrir, te sumergí hasta lo más profundo de mis infiernos, arrastrándote conmigo sin ser consciente del daño que te estaba haciendo…
Tu que apenas habías comenzado a ver el mundo, solo te deje verlo desde el color del dolor y el sufrimiento.
Me caí tan profundo, tan adentro que, pensé, hasta en abandonar mi vida, pensé, no poder salir de todo aquello. No es una excusa, pero me destruí me creí morir pensé que no sería capaz de seguir existiendo…
Pero aquel día al mirarme en ti, al ver tu sufrimiento, al ver que no solo me destruía a mi, es que hasta te estaba destruyendo…
Poco a poco empecé a luchar acoger las fuerzas que me prestabas con tus mimos, con tus besos, abrazada a mi sin saber cómo ayudarme, pero estando hay en cada una de mis lágrimas en cada uno de mis silencios…
Comenzaste a pegar cada parte que se había roto de mí y a desatar cada nudo que la vida me estaba haciendo..
Me ayudaste a desenredar poco a poco cada uno de mis desvelos, a darle sentido a mi vida, me diste la fuerza que necesitaba para hacerlo, porque creíste en mi como ni yo mismo podía hacerlo.
Por eso hoy te quiero decir…
Perdóname…
por el daño que te cause
no solo a ti también
a tu alma al verme
sin ganas de vivir.
Discúlpame…
por la mala influencia
que en esos momentos
fui para ti.
Excúlpame si puedes
del tiempo que te robe
cuando andaba perdida.
Perdona…
por haberme visto desnuda
has comprobado cada cicatriz
que la vida me ha dejado.
Excúsame…
por el daño causado
en este tiempo sin tiempo
que vivir me ha tocado.
Y quiero que sepas que…
La fuerza que me has dado fue la causa de haberme levantado de haber sacado fuerzas de flaqueza de haberle dado sentido a mi vida.
Lo que medas y me distes no se me olvidará jamás, eres el motor de mi existencia, de mi vida y aquí voy a estar para darte la mano cada vez que la necesites hasta el fin de mis días
No te volverá a decir te quiero nunca más porque en realidad te amo más que a mi propia vida, mi amada… hija mía…
© copyrigth | Sebastian Alonso Ojeda
Mi hija es la que me da fuerzas para levantarme cada día,para no venirme abajo,ella se mira en mi,soy su espejo y a la vez aprendo tanto de ella,es toda mi vida.