Puedo darme a otros cuerpos, puedo odiarte en otras bocas, encontrarte sin querer en otros besos, pero no puedo olvidar cómo contigo me he sentido hombre y, a la vez, sigo preso. Creado por: Jose Luis Vaquero
Me dijo: no se qué has visto en mí, pero te puedo decir que nadie me había llamado paz despues de haber visto la guerra que hay en mí... La dije: En tus batallas, veo la fuerza de un guerrero y la resiliencia de un vencedor. En tus cicatrices, encuentro...
Hay un lugar en mí donde trato de coexistir sin colisionar, más allá de la razón, en un tiempo que de esperar a veces desespera. Y hasta puedo escuchar en el silencio el sonido de tu voz, clavado en mí, que me acompaña y me guía cuando necesito salir de...
A veces la vida como la mar parece una locura, una tortura, las olas chocando entre sí parecen querer derribar aquello que me costó tanto construir, mi propia vida. Y me veo en la ambigüedad de mi universo personal, sintiéndome un observador más de mi propia soledad. Los pensamientos llegan...
Pasa el tiempo, vuela, vuela... ¿Qué te pasa, viejo loco? ¿Por qué sonríes? le pregunté... Tú lo has dicho, amigo tiempo. Este loco descubrió que le dio importancia a lo que no la tenía, que confundió la brisa con un terremoto. Y... Dejé que mi continente se partiera en islas...
A veces, el mundo parece una ventana abierta a un universo de maldad, donde se llenan millones de jaulas para condenarnos a nuestros defectos de fábrica. Solo se permite salir ocasionalmente para mirar, quedando condenados de por vida a los barrotes del trabajo y lo condicional. No te dejan respirar,...
A veces es solo cuestión de paz mental... En el torbellino de la vida, donde las situaciones y eventos se suceden a un ritmo vertiginoso, la búsqueda de la paz mental se convierte en un oasis de tranquilidad. A veces, la comprensión absoluta de cada acontecimiento se vuelve una tarea...
No voy a luchar por ti, pero te prometo que disfrutaré mas de una vez de tu recuerdo... La brisa susurraba entre las ramas, como si cantara una melodía de despedida. Las hojas doradas caían del árbol, danzando en el aire antes de tocar el suelo con un suave crujido....
¿Valoras tu soledad? Por favor,no me robes mi soledad,si no vas a prestarmeuna verdadera compañía. La calma esmi preferido mary tan difícil de conseguir,tan fácil deen el naufragar..por eso:quédate donde estas,déjame con mi vidasi no aportasno te lleveslo que no das.. Porque sino lo entiendes antes o despues lo entenderas....
Le cantaba a la luna, le hablaba, le contaba sus penas, se reía con ella y, con el cuarto menguante, le lloraba sus penas. La llamaban loca, le decían rara, parecía que caminaba entre sombras. No comprendían que ella era de luna, y la luna era su dueña, y solo...