Elige bien tus guerras. No todas las batallas valen la pena. Incluso a veces es mejor perder que ganar, pues conservaras más la entereza, la calma, la tranquilidad… Ellas son las que forman nuestro equilibrio, nuestra autoestima, nuestras ganas de vivir y soñar.
A veces satisfacernos a nosotros mismos es más conveniente que una entrega sin pensar en las consecuencias. Búscate, seguro que te encuentras, estás ahí, solo tienes que ponerte a ello y tener paciencia… El principio del placer personal también es esa entrega que hará florecer sueños y vicencias nuevas.
© copyright | José Luis Vaquero
No me interesa luchar en guerras que sé que tengo perdidas de antemano…
Prefiero quedarme con mi estabilidad mental,mi paz,mi tranquilidad,así gano más que luchando en vano.