No se si  es justo, pero lo siento así… Me fui sin querer salir de ti. Ahora sólo le pido al destino: “quiero encontrar ese espacio en mí, donde no pueda causar dolor, pero que nadie tampoco pueda hacerme daño a mí.”

SUCEDIÓ ASÍ:

No sé si es justo, pero lo siento así. Me fui sin querer salir de ti, dejando un vacío en mi alma que aún duele. Ahora solo le pido al destino: “Quiero encontrar ese espacio en mí, donde no pueda causar dolor, pero que nadie tampoco pueda hacerme daño a mí”.

Te conocí en un momento inesperado, cuando la vida me había golpeado con fuerza y mi corazón estaba lleno de cicatrices. Tu luz irrumpió en mi oscuridad, llenándola de calidez y esperanza. Comenzamos a construir un mundo juntos, un refugio donde el amor era la fuerza que nos unía.

Tu voz era como una melodía celestial que me envolvía en una sensación de paz y seguridad. Tus palabras eran bálsamo para mi alma herida, sanando las cicatrices del pasado y brindándome la fuerza para seguir adelante.

Compartimos momentos mágicos, llenos de risas, confidencias y sueños compartidos. Tuvimos la fortuna de vivir un amor intenso y apasionado, un amor que nos transformó y nos elevó a un plano superior.

Sin embargo, la vida a veces nos pone a prueba, y nuestro camino se bifurcó en direcciones diferentes. No fue una decisión fácil, pero creímos que era lo mejor para ambos.

Ahora, en la soledad de mi habitación, tu voz aún resuena en mi corazón como un eco del pasado. Recuerdo tu sonrisa, tu mirada tierna, la calidez de tu abrazo. Y aunque la tristeza me invade en algunos momentos, sé que tu recuerdo siempre me acompañará.

He aprendido a vivir con el dolor de la ausencia, con la herida que aún no ha cicatrizado. He aprendido a encontrar la paz en la soledad, a construir un nuevo camino sin ti.

Le pido al destino que me ayude a encontrar ese espacio en mí donde pueda vivir sin causar dolor, pero también sin ser vulnerable a lastimarme. Sé que es un camino difícil, pero estoy dispuesto a recorrerlo para encontrar la paz que tanto anhelo.

En mi corazón, siempre guardaré un lugar especial para ti, para el amor que compartimos y para la huella imborrable que dejaste en mi vida. Tu voz seguirá siendo mi brújula en los momentos difíciles, recordándome la belleza del amor que una vez vivimos.

© copyright | José Luis Vaquero