Le contaré a mi almohada y para el resto del mundo callaré. No contaré nada.
Porque… No todo lo que pienso, lo que digo necesita ser compartido hay emociones instantes que son solo mios donde mi almohada es mi fiel confidente, compañera y a la vez testigo.
REFLEXIÓN
La almohada se convierte en una metáfora del espacio íntimo y personal donde podemos expresar nuestros pensamientos y emociones más profundos sin juicio ni censura. Es un lugar seguro donde podemos ser nosotros mismos sin máscaras.
La selectividad en la comunicación
No todos nuestros pensamientos y emociones necesitan ser compartidos con el mundo. A veces, es necesario mantener ciertos aspectos de nuestra vida en privado para proteger nuestra vulnerabilidad y preservar nuestra identidad.
Al compartir sus pensamientos con la almohada, transmite que la introspección y la reflexión personal son fundamentales para comprenderse a uno mismo.
La privacidad en la era digital
Y es que… En un mundo cada vez más conectado, donde compartimos cada detalle de nuestras vidas en las redes sociales, esta frase nos invita a reflexionar sobre la importancia de preservar nuestra intimidad.
Cada persona es única y tiene sus propias experiencias y emociones. Esta frase celebra la diversidad de la experiencia humana y la importancia de respetar los límites de los demás.
El texto nos invita a valorar la importancia de nuestro mundo interior y a reconocer que no todos nuestros pensamientos y emociones necesitan ser compartidos con el resto del mundo.
La almohada, en este caso, representa un espacio seguro donde podemos ser nosotros mismos sin miedo al juicio de los demas.
© copyrigth: Jose Luis Vaquero