A veces mirar dentro de los demás es asomarnos a un precipicio que no es nuestro…
Seguro que es lo que quieres hacer. Enamorarte, comenzar una relación intensa y cercana, de esas que llenan, que te dan la vida, que te llenan el alma. Pero en el proceso, tienes que reservarte un poco hasta que conozcas y reconozcas los comportamientos de los demás.
Es un aprendizaje necesario para encontrar la forma de acoplarse y ese equilibrio que llene lo suficiente para querer quedarte. Sin embargo, recuerda que mirar dentro de los demás es asomarnos a un precipicio que no es el nuestro.
Si sientes desequilibrio, temor o miedo ante esa adversidad, piénsalo bien antes de saltar. Pues tú tienes tus propios demonios y tus propios miedos con los que luchar.
Porque… A veces mirar dentro de los demás es asomarnos a un precipicio… que no es el nuestro.
© copyrigth Jose luis Vaquero.