Es probable que hayas encontrado a muchas personas como yo irracionales, algo alocadas, sin límites, y siempre dispuestos a luchar.
Son personas que suelen caminan por la vida con bastantes problemas, pero que están firmemente atadas a sus pedazos. En cada una de sus partes se valoran y se aman de verdad.
Son personas que ya no creen en cuentos, chismes, historias y por eso son difíciles de confundir de engañar.
Tal vez te equivoques y en algún momento las sientas tuyas, pero nunca las tendrás, y de las que si se enamoran nunca podrás vendar sus ojos.
La vida me ha hecho demasiado incrédulo para creer en la totalidad, en lo absoluto en el todo, incluso en los recuerdos. He pasado por momentos oscuros y eso me enseñó a no dejarme influir ni dominar.
Son de los que están, aunque no los llames, pero no los puedes llamar y si te alejas demasiado, júralo, porque no te buscará. Son capaces de hacerse daño a sí mismos, antes que hacérselo a los demás.
Son de los que no buscan rosas sin espinas, porque aman las flores como son y las prefieren ver en libertad.
Aunque disfrutan como locos del amor, de la vida, de la verdadera amistad, no volverán a disputar un segundo asalto si les dañas; entiendo que puede ser también mi mayor defecto la intolerancia a las frases, a algunas palabras que mejor están calladas, y no se deben pronunciar.
Si buscas personas sumisas te conviene saber qué esa camisa me sienta fatal. En ese sentido quizás soy demasiado malvado y no quiero ni voy a cambiar.
Fui cobarde una vez, lo reconozco y no lo volveré a ser, porque aprendí con los daños que al apagar mi luz todo se convierte en sombra, oscuridad y a eso no te condena nadie que te amé de verdad.
Pero me he vuelto un poco “cabrona” esa es la realidad.
© copyrigth | Jose Luis Vaquero.
Me define a la perfección..
Sobretodo la última línea, cuando dejé de ser tonta, empecé a ser cabrona,pero incluso ese lado mío me gusta.