La obsesión por el control, no es otra cosa que: la búsqueda de seguridad.
La sensación de tenerlo todo bajo control es una emoción poderosa que nos hace creer que podemos superar todo lo imprevisto ósea al propio azar o libre albedrio y nos da esa falsa seguridad de estar preparados para cualquier cosa o eventualidad.
En su justa medida el control o previsión de lo que puede pasar suele ser bueno y saludable siempre que se quede al azar la posibilidad innegable de que se nos escapen variables y no se valla a dar como esperamos.
Pero obsesionarse en general nunca es bueno y, mantener una vigilancia extrema sobre todo lo que nos rodea para mantener el control no solo es estresante sino actúa como una poderosa droga y cuando no la tenemos nos puede sobrevenir situaciones de angustia malestar, inseguridad aun sin ser situaciones complejas o desagradables.
Al no conseguir el control absoluto pues es imposible, solo se adquiere un estado de tensión muy fuerte asociado a una sensación de inseguridad y malestar.
Aprende que no se puede controlar lo incontrolable además de que la mayor parte de las veces aun teniendo previsión de lo que queremos que pase no pasará. La técnica es encontrar el modo de no obsesionarse y liberar la mente de ese trabajo excesivo que lo lleva hasta extenuarse incluso al cansancio físico.
Recuerda que sólo puedes controlar en realidad y no siempre, lo que tú haces.
Como dice Rosendo Mercado en su canción:” No hay nada que controles mejor que lo que abarcan tus brazos”
Para todo lo demás, para aquello que no está a tu alcance, procura hacer previsión y esta no la marques como algo que se ha de cumplir; a qui no vale ni multiplicar ni dividir sino esperar a que se dé como esperas y no desesperar si no suceda, tan solo procurar aprender para la próxima vez que se dé.
© copyright | José Luis Vaquero
Cita del texto de : Rosendo Mercado
Llevas toda la razón,encada una de tus palabras,y quizá si no tuviera éste trastorno,no lo entendería…
Eso es difícil de lograr,hay que trabajarlo con un profesional,tomar tu medicación un tiempo y adaptarte poco a poco,y llega el día en que empiezas a obsesionarte un poco menos….pero lo importante,lo tienes que tener bajo control,de lo contrario,no puedes ni dormir