La guerra como las discusiones son solo un engaño.
El inicio suele ser una queja, un reproche, un olvido.
Su resultado suele ser desconocido hasta que no llega el final. Y su final puede ser una desgracia, un daño, una ruptura, un olvido. No suele satisfacer ni a vencedores ni vencidos.
No comiences ninguna guerra personal, razona, no sabes cuál será su resultado final. A veces no hay ni vencedores ni vencidos solo se aporta caos o se produce desgaste emocional.
© José Luis Vaquero