Poniendonos en situación: Una tarde en un café tranquilo, donde una pareja está sentada frente a frente. El ambiente es cálido, pero la tensión entre ellos es palpable, incomosa incluso un poco frustrante…
Hay un viejo dicho que dice que “no existe la falta de tiempo, que existe la falta de interés,” porque cuando a alguien realmente quiere, No hay noche, no hay dia, ni dia de la semana. Cada momento es una oportunidad para mostrarnos a quien nos importa que nos importa de verdad con nuestras acciones y detalles.
Ella: (suspirando) Siento que cada vez que te digo lo que necesito o lo que espero de ti, me encuentro con excusas. Siempre parece que no tienes tiempo para mí.
Él: No es que no tenga tiempo, es que a veces realmente estoy ocupado. Hay días en los que las cosas simplemente se acumulan, y no puedo estar en todo.
Ella: (con una mirada triste) Pero eso es lo que me duele. Dicen que cuando alguien realmente quiere, encuentra el tiempo, aunque sea tarde por la noche o en un momento inesperado. ¿Es que no te importo lo suficiente para hacer ese esfuerzo?
Él: (inquieto) Claro que me importas. Pero… también he escuchado que esperar demasiado de alguien puede llevar a la decepción. No quiero que pienses que no me importa solo porque no siempre puedo estar ahí en el momento exacto que necesitas.
Ella: (seria) No es solo cuestión de estar ahí en un momento específico. Es la sensación de que a veces, tus palabras y tus acciones no coinciden. Me dices que me amas, pero luego me siento como si fuera una prioridad más baja. Y cuando eso pasa, me siento… como si no tuviera valor para ti.
Él: (frustrado) No es eso, en serio. Pero no puedo estar pendiente de todo al mismo tiempo. A veces, simplemente no es posible. También he escuchado que si esperas demasiado de los demás, terminas sufriendo. No quiero que nuestra relación sea una fuente de dolor para ti.
Ella: (mirándolo fijamente) Es que no puedo evitar sentir dolor cuando lo que dices y lo que haces no coinciden. Es como si el cariño que tienes por mí no fuera suficiente para que encuentres ese tiempo, para que veas la importancia de esos pequeños momentos.
Él: (tratando de explicarse) No quiero que te sientas así. Pero también tienes que entender que no siempre puedo estar al nivel de lo que esperas de mí. Y eso me preocupa, porque temo que te estés decepcionando de mí, y no sé cómo manejarlo.
Ella: (más suave) Sé que no es fácil. Pero cuando me siento ignorada o que no soy una prioridad, es un dolor que no puedo simplemente dejar pasar. Es como si cada pequeña decepción se sumara a una herida más grande. Y el dolor emocional no es algo que pueda simplemente ignorar. Duele tanto como cualquier dolor físico.
Él: (con remordimiento) No quiero que sufras, de verdad. Pero a veces siento que todo esto se convierte en una expectativa imposible de cumplir. Me agobia pensar que podría estar fallándote constantemente.
Ella: (con ternura) No se trata de que lo hagas todo perfecto. Se trata de que haya coherencia, de que si dices que me amas, lo demuestres con hechos, aunque sean pequeños. No quiero que ignores lo que sientes, ni que ignores lo que siento yo. Porque al final, si no cuidamos este dolor, solo se hará más grande, y ninguno de los dos podrá ignorarlo.
Él: (tomando su mano) Tienes razón. No debería ignorar cómo te sientes. Lo que estás diciendo me hace darme cuenta de que tal vez he estado demasiado enfocado en no decepcionarte, en lugar de realmente demostrarte cuánto me importas. Quiero que sepas que estoy dispuesto a trabajar en esto, a escuchar más y a ser más consciente de cómo mis acciones te afectan.
Ella: (asintiendo) Eso es lo que necesito escuchar y ver. No espero que seas perfecto, pero sí que estés ahí, realmente ahí, cuando más lo necesito. Y también, creo que yo debo trabajar en no crear expectativas que sean imposibles para ti o para nosotros.
Él: (sonriendo levemente) Podemos aprender de esto juntos. Porque no quiero que esta relación se convierta en un dolor para ninguno de los dos. Quiero que seamos fuertes juntos, apoyándonos, entendiendo que ambos podemos fallar, pero también crecer.
Ella: (con una sonrisa) Estoy de acuerdo. Al final del día, solo quiero sentir que estamos en el mismo equipo, que podemos contar el uno con el otro, y que, pase lo que pase, vamos a seguir trabajando para que esto funcione.
Él: (apretando su mano) Lo haremos, juntos.
Ella: Juntos.
Una conversación lógica y normal en una pareja que lleva un tiempo juntos y ve que la rutina y la falta de tiempo está minando la relación.
Hay que ser coherente con lo que se siente,se dice y se hace,pero también hay que entender que vivimos a contrarreloj,el trabajo de ambos,las complicaciones adicionales de cada día,es mucho para llevar el peso uno sólo.
Entre los dos se puede repartir la tarea de casa,tener hobbys juntos y por separado,para que ninguno de los dos crea ser inferior al otro.
Buscar tiempo a diario,tener algún detalle amoroso,planear alguna escapada los dos solos, hará que la relación se fortalezca,pero sobre todo,hay que tener interés en que la relación vaya hacia adelante,si lo dejáis para mañana, puede no ser lo mismo,si se estira mucho la goma,te puede dar en la cara.
Si le quieres,cinco minutos son suficientes para demostrárselo.