La Vecina Rubia, sí, la del quinto, la que no se quita los tacones ni para irse a la cama.
Hoy se ha puesto de lujo y con ganas de dar guerra. Se plantó en el rellano de la escalera desnuda, solo con una toalla, vamos, como si se fuera para la playa pero en topless.
Y ahí está, la delantera que llevaba ya la quisiera para sí el Barça o el Madrid. Se puso con los brazos en jarra como para dar pelea y nos dejó sin palabras.
Pues ni sexo ni caderas, no enseñó nada. Lo que nos enseñó fue la puerta para bajar por las escaleras para aquel que no quiera despotricar de la portera.
No sé qué afán tiene una con la otra, pero se llevan como el perro y el gato. Vamos, que montó el espectáculo por todo lo alto y no dejó títere con cabeza.
Y nosotros, como tontos, mirando con esa sonrisa boba a ver si pillábamos cacho, pero anda que sí, ¡ni manera!
© copyrigth | José luis Vaquero