Sin duda todos tenemos a través de nuestras relaciones vividas, una herencia emocional, la cual ejerce un impacto de forma continua en nuestra forma de conectar emocionalmente con los demás, normalmente en las situaciones más complicadas que es cuando tienden a aflorar, en un automatismo de defensa.
Esto condiciona muchas veces nuestra forma de conectar, apartándonos de la realidad puntual.
Existen muchas razones por qué llegarte a desnudar emocioanlmente:
- Si quieres tener relaciones más fuertes, es importante, pararnos mirar al pasado y sanar las heridas emocionales desde nuestra propia infancia.
- Conocer los canales emocionales como y de que forman se expresan y se comunican, en que formato y en qué momento puntual, para que estas no manejen nuestras relaciones.
- El dialogo interno de forma habitual, él puede lograr desde la sencillez y la práctica habitual cambiar conceptos a veces absurdos que se han quedado en nosotros y que nada tiene que ver con nuestra relación actual, “Eso es un peligro para mi” “voy a tratar de la misma forma que me trataron a mi” “si yo no hago mal puedo hacer lo que quiera a mi pareja no le tiene porque importar”
- Acceder a nuestra herencia emocional y comprender como los sentíamos en el pasado pueden condicionar nuestras experiencias en nuestro estado presente, estaremos más capacitados para lograr establecer lazos más sanos y más fuertes.
- Ser consciente de que los filtros emocionales, el firewall, la muralla que nos ponemos nos hace desarrollar una mejor interpretación de la forma de conectar de los demás y de la nuestra propia.
Si quieres profundizar más
© copyright | José Luis Vaquero
Suerte para mí que no heredé las emociones de mis padres, porque estaban carentes de ellas…
No sé de quién lo aprendí,supongo que de mi abuela,ella me enseñó a querer,a cuidar,a sentir distinto a como sentían mis padres y hoy soy así porque ella me ayudó a dejar atrás tantas cosas feas y después mi marido me enseñó que se puede amar desde cero,sin mirar atrás.
Puede que tangas razon y en parte lo que vivimos dia a dia al final se convierte en un condicionante, en una herencia emocional, pero tambien interviene mucho mas fuerte lo aprendido en nuestra infancia e incluso lo transmitido en nuestros genes.