Reconocerse hace que todo pueda ser diferente
En el sosiego encuentro mi verdad, un oasis en el clamor de la ciudad. El ruido cesa, el alma se serena, y en la quietud de mi intimidad, mi ser se redescubre y se siente más plena.
Mis pensamientos, esos ríos caudalosos fluyendo libres que sin saber por qué siempre van a parar al mar de incertidumbre, sin más cauces ni lazos, desbordando todo lo que cubren, se muestran con toda su intensa crueldad.
Y en esa soledad, me encuentro, me reconozco, y en el silencio, mi espíritu renace. Los miedos se disipan, las dudas se van, y en la calma que brota de mi oscuridad, mi corazón comienza a sanar.
El mundo exterior se desvanece, y en mi interior, un nuevo sol en otro universo empieza a brillar. Y en ese silencio, encuentro mi lugar, un espacio en mí del que soy dueño, que puedo ocupar, sin desbordar mi espacio sagrado, donde puedo aprender amar.
Amándome desde mis errores y aceptando mi ser desde la singularidad, sin la necesidad de enmascarar ni tergiversar mi realidad.
REFLEXIÓN:
Este texto me resuena profundamente. En él, encuentro un eco de mis propias experiencias buscando momentos de tranquilidad en medio del caos de la vida cotidiana. La imagen del “oasis en el clamor de la ciudad” es especialmente poderosa, ya que captura esa necesidad innata de escapar del ruido exterior para conectar con nuestro interior.
La descripción de los pensamientos como “ríos caudalosos” que desembocan en el “mar de incertidumbre” me resulta familiar. A menudo, nuestra mente es un torrente de ideas que pueden llevarnos por caminos impredecibles. Sin embargo, el texto destaca la importancia de encontrar la calma para poder navegar esos ríos y comprender su curso.
La frase “en esa soledad, me encuentro, me reconozco” es clave. A menudo, creemos que la soledad es algo negativo, pero en realidad, es en esos momentos de aislamiento cuando podemos conocernos mejor y descubrir quiénes somos realmente.
© copyright | José Luis Vaquero.
No veo la soledad como algo negativo,a mí me hace bien estar en soledad por las mañanas mirando al frente sin mirar nada,con la mente en blanco y pensar solo en mí,en lo que soy,lo que quiero,en lo que me gustaría cambiar.