Es la realidad que cuando algo se rompe por dentro, nada volverá a ser igual, pero hasta las roturas fibrilares en los deportistas y atletas de elite ocurren para hacer más fuerte y más grande sus propios músculos.
En lo emocional ocurre algo muy similar, te rompe, sí, pero esa exposición a la frustración a lo que no quieres, su recompensa es que te hace un poco más inmune y con seguridad más fuerte.
Por eso cuando nos rompemos, cuando el dolor se nos hace intenso desde dentro, buscamos la estabilidad, algo de equilibrio buscando a esa persona de nuevo, la que nos generaba esa sensación de estabilidad. Cuidado, la mente nos puede engañar llenándonos de incertidumbre, dudas, argumentos, creando una falsa certeza, de que estábamos mejor acompañados en ese tiempo pasado.
Las relaciones desde el apego mal entendido solo nos aportan incertidumbre, autoestima baja, por vernos del mismo modo y en el mismo lugar.
Soltar, y alejarnos de quien nos dañó, tomar una nueva línea de vida y crecer con ella, con nuevos objetivos, apartarnos del dolor emocional es tomar ese oxigeno que necesitamos para regenerarnos por fuera, por dentro y hacernos avanzar.
Saber que decir adiós es aceptar que estaremos desubicados por un tiempo limitado es aceptar un nuevo reto y concepto de vida.
Y con la lección aprendida antes de exponernos a nuevas relaciones, reflexionar para conocer mejor a las personas de las que nos rodeamos. La realidad es que cualquiera no está capacitado para ser compañía.
© copyright | José Luis Vaquero
No se como hacerlo. Si digo más de 2 veces no soy la rara , la loca .quiero soltar pero no sé hacerlo
Que bonito, me quedo con el ultimo párrafo
No debemos tomar las decepciones y las humillaciones de los demás como algo habitual…
Debemos alrjaride esas personas para que no minen nuestra autoestima y nuestro equilibrio,aunque duela alejarse
Cierto es una de las experiencias más duras que nos toca sufrir en la vida