Sé que todos los disparos pueden dejarte herido. Y que esas heridas cuesta tiempo y decepciones curar. Pero quien no fue herido nunca, nunca será capaz de valorar el daño que puede causar una herida de esas profundas de verdad.
Se pierde la fuerza, las ganas de salir adelante, las narices y la fuerza que hay que echar para seguir con nuestras vidas sin esperar que te den unas palmaditas o comprendan por lo que hay que pasar.
Cuanto más daño me hiciste, más me enseñaste a valorarme y valorar a las personas que valen la pena de verdad.
© copyrigth: Jose Luis Vaquero