Me perdí entre mil batallas, en el pliegue de tu falda, en las emociones de tu piel cuando me tocabas…
Me vi en la encrucijada de leerte cada día sin saber cómo terminaría la jornada.
Y pasó el tiempo, pasó como si fuera nada, y consiguió la lobotomía que deseabas: tú por tu lado y yo a mi casa. Todo comienza, todo acaba, y no hay fuerza humana contra eso que pueda hacer nada.
© copyright | Jose Luis Vaquero.
[…] que vivir sin ciertas cosas, como los abrazos constantes, no es tan doloroso como perder tu integridad o tu paz. Aceptas que no necesitas arriesgarlo todo para obtener algo […]
Crónica de una relación acabada,y a veces,una relación que no siquiera empezó,sólo fue una ilusión,una quimera,un sueño por una de las partes,la otra persona no sintió nada.