Que nada la perturbe, que nada la cambie, que surja libre y espontanea desde el amanecer hasta cuando entre tus sueños se distrae.
Cuídala porque de ella depende tu equilibrio, tu estabilidad, tu autoestima. No la traiciones pues se puede convertir en tu peor enemiga.
Cuídate, entiéndela hasta cuando no sepas ni por qué, mímala es parte de ti como nadie más podrá llegar a ser, ensénala a crecer, no te conformes con llegar mira un poco más allá donde ver es más importante que entender.
Cuídense porque desde y aun antes de ser consciente de tu propio ser ella fue creciendo y con el tiempo en tu despertar a la vida se convirtieron en eternos compañeros.
Sueña, vive, disfruta, llora, ríe, pero nunca léeme bien nunca las traiciones porque te estarás traicionando a ti misma/o.
Tu mente esa fabrica maravillosa de sueños, cuídala, cuídate, porfa cuídense…
© copyright | José Luis Vaquero







