Soy como ese banco que en el parque se rompió, al que todo el mundo critica, y nadie me usa para lo que se me creó: dar descanso al caminante, ser parte del equipo que ayuda a recuperar sus fuerzas, y que ahora no me mira, vuelve la cara cuando pasa…
Pero ¿qué culpa tengo yo? Acaso no tengo bastante con el desgaste de la lluvia y el sol… y me quedé pensando…
¿Mi vida, mi existencia, para qué sirvió? ¿Esto es lo que esperaba de mí mi creador?
© copyrigth: Jose Luis Vaquero