Te amaría como tú quieres. Pero si te quisiera así, dejaría de amarme a mí misma. No te puedo amar así. Seguiré queriendote, pero sigue sin mí.
Llámame loca, sí, lo entiendo y si estuviera en tu lugar probablemente pensaría así, pero es como siento, lo que nace en mí, cuando pienso que tendría que dejar de quererme para amarte a ti. Eso no creo que pueda ser bueno para mí y tampoco para ti.
Si tenemos que cambiar nuestra forma de ver la vida, de comportarnos con los demás, cambiar por completo la perspectiva para aceptar ser incluida en tu vida. Es demasiado radical y además eso conllevaría una muy baja autoestima. Esa que al final minaría lo poco o lo mucho bueno que ambos podemos percibir del otro.
Si hay que cambiar nuestras vidas para poder convivir, ¿Qué queda de lo bueno que has conocido en mí o yo en ti?
Lo sé, es un conflicto personal, interno en el que me debato constantemente: amar a alguien de la manera en que esa persona quiere ser amada y mantenerme fiel a mí misma y a mi propia forma de ver la relación.
Te amaría como tú quieres, pero dejaría de quererme a mí misma…
Pero es el dilema interno de querer satisfacer los deseos y expectativas de la otra persona, pero al mismo tiempo reconocer que hacerlo podría significar perder mi propia identidad y autoestima. En esta situación, me encuentro enfrentada a la difícil decisión entre ceder completamente a tus deseos y arriesgar mi propio bienestar emocional y mental.
En lo personal, entiendo que para tener una relación saludable y equilibrada, es crucial mantener un sentido de identidad propio y no perderme en la relación. Aceptar el amor de alguien debería ser enriquecedor, no a costa de mi propia felicidad y estabilidad.
No te puedo amar así. Seguiré queriéndote, pero sigue sin mí.
Y esto implica un reconocimiento doloroso pero necesario de mis propios límites y necesidades. Aunque el amor hacia ti sigue presente, también sé que continuar en una relación que va en contra de mis valores y principios no sería sostenible ni saludable para mí.
Y quiero que entiendas que… Es una decisión difícil pero valiente de reconocer que, a pesar de los sentimientos, debo priorizar mi propio bienestar emocional y mantenerme fiel a mí misma. Significa tomar el camino más difícil pero más auténtico, sabiendo que al final, estaré viviendo una vida que se alinea con mis valores y me permite crecer como persona.
Si amar significa renunciar, no es amar.
Por todo ello, entiendo que el amor propio y el respeto por mis propias necesidades son fundamentales en cualquier relación. Aunque amar a alguien es maravilloso, nunca debe ser a expensas de renunciar a mi propia identidad, a mi propia forma de entender la felicidad y las relaciones personales. A veces, el mayor acto de amor hacia mí misma es tener el coraje de decir “NO” a una relación que tendo que dejar de ser yo, que no me permite ser quien realmente soy o quien quiero ser.
© copyright | José Luis Vaquero.
Me encantaría quererte como te mereces,pero no puedo,algo me lo impide,pero te quiero ymas de lo que imaginas.