Eres esa calle llamada olvido que se olvidó de… Mí.
Me convertí en un fugitivo del amor, perseguido por el anonimato del olvido, refugiándome en distancias y desdenes consentidos por ti.
Me quedaré aquí hasta que el sol, el viento y las tormentas de otoño hagan crecer mis retoños, mis hojas, y renaceré de nuevo al placer de ser consentido por lo que tenga que venir…
Y te convertiré en mi calle, si esa calle llamada olvido también para mí.
© copyrigth: Jose Luis Vaquero