En cada ruptura en cada salida es inevitable que haya siempre una caída y abecés muy a menudo es de ambos hasta el que corta cae el mismo abismo
Se suele dar por sentado que aquel que rompe es como si se liberase de unas cadenas ficticias, como si una vez conseguido su propósito, medido, calculado o no, estuviera libre del peligro de no ser afectado incluso decepcionado
Pero la realidad es que cada ruptura es diferente y alguna son como un agujero negro que todo lo absorbes tras de sí y a su paso, todo el mundo está expuesto a todo lo que pasa interiormente o a su lado.
Sea como fuere hay que tener cuidado y prever los resultados, si tienes que cortar, corta, pero con cuidado no te vayas a caer junto con la otra parte una vez que hallas cortado.
Y recuerda que por mucho que creas que has terminado todo con lleva un duelo incluso aunque tú mismo/a seas la que has cortado.
El mundo de las emociones y como nos afectan es un tanto ambiguo y cuando menos lo esperamos nos pueden sorprender con estados emocionales que no esperábamos o con los que a priori no contábamos.
Una herida pequeña infectada podría llegar a matarte o causar daños por infección importantes y en cambio a veces una herida grande puede quedar en casi nada. No hay resultado previsto en las emociones aun siendo calculadas.
© copyright | José Luis Vaquero
Las rupturas son complicadas…
Hay que saber gestionarlas…
Tanto la persona que termina,como la que es dejada,nadie está en la mente y el cuerpo de nadie y no sabemos que motivos tiene nadie y quien lo pasa peor