No es fácil, losé..
A veces nos comportamos como verdaderos elefantes entrando en una cacharrería, las emociones son más sensibles, quebradizas y delicadas que el propio cristal.
Si te ofendí con mi forma de expresarme, discúlpame, solo trataba de protegerme para que no pudieras hacerme daño y de ese modo poder quedarme con esa parte de ti que siempre amé.
© copyrigth | José Luis Vaquero
Debemos contar hasta cinco antes de pronunciar palabra.
Somos un mar de emociones y depende cómo nos encontremos de estado de ánimo, así nos comportamos con los demás.
Pido perdón por si en algún momento he ofendido a alguien,no quiero que nadie se sienta mal por mi culpa.
A veces es la otra persona la que está sensible y tergiversa las palabras.
La mente humana muchas veces es un caos y hemos de aprender a relajarla.
No solemos pensar cómo le van a sentar nuestras palabras a los demás,debemos analizar con cuidado lo que vamos a decir y si estamos en un momento de euforia,esperar a tranquilizarnos y no decir las cosas hasta que se nos haya pasado ese momento y lo pensemos todo más fríamente