Lo pensé quizás demasiado antes de tomar la decisión, antes de hacerlo, pero creí que era lo correcto: salir despacio, sin hacer ruido, procurando causar el menor daño, recibiendo como recompensa el mismo trato.

Sé que siempre algo se rompe cuando hay que tomar otro camino y aunque procuramos no mirar atrás, a menudo sucede lo mismo: hay dolor, desasosiego, falta de paz que nos desequilibra durante un tiempo.

Pero a veces hay más daño cuando te quedas y se descompone hasta los mejores recuerdos, se tergiversan las palabras y no hay forma de entendernos, e incluso con las mejores intenciones perecemos en el intento.

Por eso a veces es mejor alejarse que insistir y no dejar un mal recuerdo. No te amo, pero te quiero, te respeto, tengo que irme, pero me llevo de ti el mejor de los recuerdos.

REFLEXIONEMOS:

La frase principal del texto ” a veces es mejor alejarse que insistir y no dejar un mal recuerdo” me sugiere que en algunas situaciones es preferible retirarse o distanciarse en lugar de insistir y forzar una mala situación.

También implica que al retirarse sin dejar un mal recuerdo, nos sirve para preservar una imagen positiva o una buena relación con la otra persona o personas involucradas.

En otras palabras, a veces es mejor dejar las cosas como están, alejarse de una situación conflictiva o problemática, en lugar de seguir insistiendo y al degradarse la situación empeorar las cosas.

Además, al hacerlo de manera amigable, sin demasiado ruido y sin dejar malos sentimientos, se evita remover las emociones y crear una impresión negativa en los demás. Esto puede ser especialmente relevante en relaciones interpersonales, laborales o cualquier situación en la que haya conflicto potencial.

Es este un proceso en el cual es importante no ganar ni sentir que sales perdiendo para tratar de no llevarlo demasiado el terreno interpersonal donde perder el equilibrio no seria demasiado bueno.

© copyrigth | Jose Luis Vaquero.