No hay peor llanto que el que te obliga a llorar sin usar ni una lagrima…
Si no lo has vivido alguna vez, dudo que lo puedas entender. Si lo has vivido, entenderás el castigo al que uno sin querer a veces se ve sometido por las injusticias o visicitudes de la vida, lo cambiante del destino o simplemente porque nuestras elecciones no fueron las correctas y ahora nos vemos apostados en este lado del camino.
© copyrigth | José Luis Vaquero
Tener un sueño desde niña,lograr que se haga realidad para seguidamente darte cuenta que la niñez no regresa.
Que no eres ya esa personita que idealizaba las cosas.
Los seres queridos que tenías a tu lado partieron,las amistades crecieron y tú ya no eres la misma.
Arrastar a las personas que amas a esa locura y pagar un alto precio.
No puedes pretender que otras personas comprendan tus sueños ,que otros seres entiendan tus emociones.
Te das de bruces con la cruda realidad hasta comprender que el pasado no puede formar parte del presente.
Una lección aprendida a base de haber perdido tus raices y arrastrar a tu pareja y tu hija en esa locura.