Debemos aprender que para amar hay que dejar de querer
“Y tu… prefieres querer o amar..?”
Hay demasiadas personas que se toman las relaciones como una guerra en la cual han de marcar los tiempos de cada proceso de cada momento por eso son capaces de querer pero no saben, no aprenden a amar.
Si sabes querer sabes soñar, pero si sabes amar no necesitarás alas para volar.
REFLEXIÓN:
Es una reflexión sobre la diferencia entre querer y amar, y cómo muchas personas confunden ambos conceptos en las relaciones. La frase “para amar hay que dejar de querer” nos desafía a repensar el verdadero sentido del amor, destacando que amar va más allá de un deseo egoísta o posesivo.
Debemos aprender que para amar hay que dejar de querer
Querer, implica una relación más controlada, en la que se busca satisfacer necesidades propias, quizás con cierta obsesión por definir tiempos, límites y posesiones. Muchas veces, querer está ligado a la expectativa, a lo que se recibe en lugar de lo que se entrega.
Este tipo de enfoque puede convertir la relación en una especie de “guerra” emocional, donde hay estrategias y batallas por el control o la satisfacción.
Amar, en cambio, es una forma de ir mas allá ese deseo. Amar no está basado en condiciones, expectativas o la necesidad de marcar un territorio. Es un acto de entrega, libertad y comprensión.
Cuando se ama de verdad, el ego se diluye, permitiendo que las relaciones fluyan sin la presión de controlarlo todo. Amar es, en esencia, aceptar a la otra persona por lo que es, sin intentar moldearla según nuestras necesidades.
La metáfora del vuelo, “si sabes amar no necesitarás alas para volar”, sugiere que el amor genuino no es una aspiración o un esfuerzo forzado, sino un estado natural de libertad emocional, donde las limitaciones desaparecen. Amar se convierte en un acto de conexión profunda y liberadora, donde el verdadero vuelo no es físico, sino emocional y espiritual.
El texto invita a pensar en el amor como algo que no necesita ser poseído o manipulado. Amar es un arte de dejar ser, de fluir sin restricciones, mientras que el querer se ve más vinculado a la necesidad de control o satisfacción personal.
Aprender a amar, según esta reflexión, es quizás la lección más importante en nuestras relaciones.
© copyright| José Luis Vaquero.
Publicado en salfueradeti.com
Creado por Jose Luis Vaquero.
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