El sol me negó su sombra y la noche oscura y traidora me hizo sentir que no importaba.
Mintió y me mostró la luna que hizo reflejarme un poco en el suelo, pero no fue suficiente consuelo para llenar mi ego.
Traté de entender el porqué de mi desconsuelo: si es solo una sombra, ¿qué más da? Pero es parte de tu identidad, es como un cuerpo sin vida, como una escalera sin escalones, como un árbol sin hojas, como un rosal sin flores.
Comprendí que la sombra es como el alma, no se pierde ni se gana, solo la sientes, la ves, la encuentras cuando sientes de verdad, cuando estás al lado de los que te aman.
Creado por: Jose Luis Vaquero.
Soy capaz de asimilar de comprender que en el ejercicio de cada vida pueda haber secretos entre los dos… lo que no seré capaz de comprender de aceptar que entre nosotros haya mentiras… © copyrigth | Sebastian Alonso Ojeda