A veces qué difícil es razonar con tu propia cordura. Cuando se desata, cuando se hace más dura y te ata a emociones que nublan tu cordura; te hace dudar de ti mismo, te pone contra la pared, te asoma y te enfrenta a tus propios abismos, tu precipicio, buscando un compromiso tan inestable de entender.
Para sacarte un minuto después y ser capaz de alcanzar cualquier estrella, desde la más lejana del universo hasta la más bella; embarcándote en esa montaña rusa que te atrapa y casi sin darte cuenta se vuelve rutina, quedándose grabada en tu propia retina, que no te deja ver otras formas de entender y sin pedir permiso, en ti se queda.
Dicen que en la locura siempre hay algo de razón, que hay cuerdos que están locos y hay locos que cuerdos son.
A veces qué difícil es razonar con tu propia cordura.…
© copyrigth | José luis Vaquero.