La realidad es que somos presos del universo de los deseos, del quiero, del no tengo, del me hace falta, del no puedo.
Mantenerse en pie, fresco, fuerte, en una actitud de no ceder fácilmente a lo que deseamos a lo que queremos no es tarea fácil, cuando todo lo social y lo personal nos empuja hacia esa selva de ilusiones y emociones tan inmaduro a veces y otras tan perverso.
Una corriente que si nos dejamos arrastrar conlleva la esclavitud social del medio en el que vivimos inmersos.
Por eso me gusta ese pensamiento que surge en mi cuando miro mi entorno… A veces para sobrevivir has de estar vacunado contra la anestesia del olvido.
© copyrigth | Jose Luis Vaquero
Casi sin darnos cuenta vemos sumergido en lo mundano de las rutinas y a la vez sumergidos en lo vulnerable desde lo diferente
Debemos olvidar lo que exigen los demás,la sociedad y centrarnos en lo que deseamos nosotros,es lo que nos va a llenar y nos va a hacer felices