Que paradoja tiene la vida, lo nuestro fue un sin sentido. Sin saber por qué nos amamos y sin saber cómo nos olvidamos.
Quizás no suela suceder demasiado, pero hay historias que apenas comienzan se las ve venir, y casi sin darse cuenta se pierden. Quizás no son lo suficientemente fuertes para sobrevivir, tal vez la conexión no fue suficiente, y terminan por morir casi antes de nacer, de hacerse fuertes.
No se como fue, pero se que quiero algo muy diferente, algo que me de fuerza, que llene los vacíos que hay en mi mente, que me colme de luz cuando lo necesite y que aun en mi debilidad en mis noches sin luna, me ayude a soportarme a mi misma/o y hacerme un poco más fuerte.
Que sin sentido sin saber por qué nos amamos y sin saber como nos olvidamos… y nunca más fuimos los mismos.
Y pienso…
Aún sigo sin comprender el origen de lo nuestro, ni cómo llegó a nuestras vidas. Lo que sí sabemos es que su huella es imborrable que deja, y que desde que se instaló en nosotros, nada volvió a ser lo mismo.
El amor nos transformó de manera profunda a veces incomprensible. Pues fuimos dos personas distintas que se enamoraron, creando nuevas perspectivas, emociones y prioridades distintas.
No hay explicación para la magia que opera en el amor cuando sucede ni para cuando se va. Solo podemos aceptar su poder y agradecer por la forma en que ha manifestado en nuestras vidas.
Este sentimiento, inexplicable en su origen y desarrollo, se convierte para siempre en una parte fundamental de nuestra forma de pensar, de nuestro ser. Es una fuerza que nos impulsa, nos motiva y nos transforma a todos los niveles.
A pesar de no entenderlo del todo, lo que sí podemos afirmar con certeza es que el amor, cuando sucede , ha marcado un antes y un después en cada una de nuestras vidas.
© copyright | José Luis Vaquero
A veces las cosas que creemos que son un sin sentido,al analizarlas bien,le vemos toda la lógica…
No dejarnos llevar por las primeras impresiones,pararnos a conocer,a tratar,no dejarnos llevar por comentarios de otras personas.
A alguien le puede caer fatal una persona y que me hablen mal de ella y al conocerla yo personalmente me puede parecer maravillosa…
Con todas las relaciones es igual,no dejarnos influir por las personas externas y ajenas a nuestra relación,vivirla entre dos,una pareja son dos,cuando dejamos entrar una tercera persona,la relación está condenada al fracaso.
La única explicación posible, según mi parecer,a una conexión entre dos seres a nivel físico que igual que empieza,en un lapsus muy breve de tiempo termina,es que no llega a rozar el alma,se queda en una atracción momentánea para enseguida dar paso al desencanto.
No llega a penetrar en nuestro interior esa atracción porque a niveles subconscientes hay algo que se lo impide.
Por ello soy partidaria de dejar las puertas abiertas de nuestro corazón para que otro ser no page el daño causado por un amor anterior.
Creo que quién más dolor nos inflige somos nosotros mismos, nuestros pensamientos hacen que no nos valoremos lo suficiente. Creemos que no estamos a la altura de los demás,que no nos merecemos a la persona amada.Esa inseguridad nos hace no vivir con intensidad la vida y poner barreras que sólo existen en nuestra mente.Nos impedimos nosotros mismos vivir nuevas relaciones,sentir nuevas sensaciones,vivir nuevas experiencias.
En definitiva no nos dejamos llevar por temor a sufrir un desengaño.
Si no te arriesgas nunca cruzarás el umbral y jamás sabrás si esa pasión que sientes por alguien pueda llegar a lo más íntimo de tu ser.
Puede que se quede en un breve pero intenso sentimiento,puede que si fructifica te lleve a rozar el cielo con la punta de tus dedos o puede hacerte alcanzar el éxtasis y fundirte en el alma de otra persona y sentirte plena y dichosa.