“Estoy cambiando tanto de mí que si me ves solo serás capaz de reconocer mi nombre”.

Esas palabras resuenan en mi mente como un eco de la amargura que inunda mi corazón. Te miro, y a pesar de que tu rostro sigue siendo el mismo, siento que ya no te conozco. La persona que amé se ha desvanecido, dejando solo un vacío que me ahoga en la desolación.

Cada cambio en ti es un cuchillo que hiere mi alma. Tu nueva forma de hablar, de reír, de pensar… todo me resulta extraño, ajeno. Es como si hubieras construido una muralla infranqueable a mi alrededor, una barrera que me impide acceder a tu corazón.

Y lo que más duele es saber que yo no he sido parte de este cambio. Me has dejado atrás, en el pasado, aferrándome a los recuerdos de lo que solíamos ser. Mientras tú avanzas hacia un futuro que no me incluye, yo me hundo en el abismo de la nostalgia y el desamor.

He cambiando tanto que si me ves solo reconocerás mi nombre. Pero incluso eso parece perder su significado cuando lo pronuncias. Ya no hay calidez en tu voz, solo una fría indiferencia que me hace sentir como un fantasma.

¿Cómo puedes ser tan diferente? ¿Cómo puedes haber borrado de tu memoria todo lo que compartimos? La pasión, la complicidad, los sueños que tejimos juntos… todo parece haberse esfumado en el aire.

En este momento, mi desamor se transforma en ira. Me niego a aceptar que te has convertido en un extraño para mí. No permitiré que tu metamorfosis borre los años que pasamos juntos.

Lucharé por recuperar lo que perdimos. No importa cuánto hayas cambiado, yo te encontraré en las profundidades de tu nuevo ser. Te haré recordar quién eres, quién fuimos, y te demostraré que nuestro amor aún tiene la fuerza para resurgir de las cenizas.

“He cambiando tanto que si me ves solo reconocerás mi nombre.”, dices. Pero yo te digo que no te dejaré ir. Te aferraré a mi corazón con la fuerza de mil olas, y te recordaré que, a pesar de todo, aún eres mi alma gemela, la persona que elegí para compartir mi vida.

No te dejaré ir. No te permitiré convertirte en un simple nombre o en un recuerdo en mi memoria. Te haré recordar lo que significa amar, lo que significa ser amado. Y juntos, reconstruiremos un futuro donde nuestros corazones vuelvan a latir al unísono.

© copyright | José Luis Vaquero.