Deja de luchar por la gente que no cree en ti. Solo conseguirás desgastarte y nunca te harán feliz.
Sabemos que es un desafío. Somos conscientes de que no hay un botón de reinicio, una salida de emergencia ni una ventana que se abre para que la brisa fresca oxigene la cárcel de nuestras penas en nuestro cerebro. El cerebro es metódico e inflexible. Es una entidad que lucha y se aferra a los recuerdos emocionales porque son ellos los que dan esa gran impronta a nuestra identidad.
Se dice que amar sin ser amado es como intentar encender una vela pero la cerilla apagada. Y la verdad es que no sabemos por qué lo hacemos, por qué nos empeñamos en adorar a alguien que no nos ama. Permitimos y resistimos esos sesgos cognitivos de “si le digo esto puede que” y “si cambio esto puede que” como si pudiéramos lograr algo con ello.
El amor, sin embargo, no funciona como una máquina expendedora. No es suficiente simplemente poner una moneda y oprimir un botón para obtener lo que tanto deseamos. En ocasiones, es necesario dar el paso: abandonar las ilusiones falsas y permitir que aquellos que buscan otros caminos y otras empresas mueran en la vida.
El rechazo y el abandono tienen una anatomía descarnada, profunda y compleja. Sabemos que nuestro cerebro alimenta esta condena en su círculo vicioso y bioquímico, ya que nuestra reticencia a pasar página no siempre es voluntaria.
Los neurólogos nos explican que el “factor tiempo” finalmente reduce la actividad de estos recuerdos relacionados. Poco a poco, las conexiones cerebrales que fomentan dichas emociones negativas van perdiendo fuerza, hasta convertirse en el eco de una triste y lejana melodía que terminaremos evocando con menos dolor.
Por eso: Deja de luchar por la gente que no cree en ti. Solo conseguirás desgastarte y nunca te harán feliz.
Precioso, Perfecto
El amor, sin embargo, no funciona como una máquina expendedora. No es suficiente simplemente poner una moneda y oprimir un botón para obtener lo que tanto deseamos. En ocasiones, es necesario dar el paso: abandonar las ilusiones falsas y permitir que aquellos que buscan otros caminos y otras empresas mueran en la vida.
Yo creo en mí y las personas que me quieren también,el resto no me importa,no voy a perder más tiempo con personas que nunca me tuvieron confianza.
No voy a poner más monedas en ninguna máquina expendedora de amor y cariño que se queda con la moneda y no te da nada a cambio.