Cuanto más te preocupas… más duele. Durante mis momentos de reflexión, descubrí una lección fundamental que la vida insistió en enseñarme : cuanto más te sumerges en la preocupación, más profundo es el dolor que experimentas. Cada pensamiento carga el corazón con un peso insoportable. Para terminar comprendiendo que la preocupación no resuelve problemas, sino que como si fuera una cebolla agrega capas de sufrimiento, una sobre otra por lo que tuve que enfrentarme a situaciones difíciles que ni siquiera esperé que sucedieran.
Recuerdo esos momentos en los que mi mente estaba oscurecida por la incertidumbre y la preocupación se aferraba a mí . Fue entonces cuando me di cuenta casi con fuerza de que necesitaba cambiar mi punto de vista, buscar otra opción. Decidí adoptar una perspectiva más optimista y enfocada en soluciones. practique la aceptación de lo que no podía cambiar y me concentré en lo que estaba a mi alcance en lugar de dejarme atrapar por la preocupación.
En esa convesación interpersonal, me di cuenta de que la vida, con sus enigmas, nos empuja a aprender duras lecciones a través del dolor. Me di cuenta de que dejar ir la preocupación era un acto necesario para comprender, lo que me permitió abrazar la vida con mayor claridad y fuerza. Comprendí que aprender a liberarse de la preocupación es la llave para una paz interior duradera.
Recuerdaló porque es cierto: cuanto más te preocupas, más duele.
© copyright | José Luis Vaquero.
La vida te presenta situaciones en las que no tienes más remedio que preocuparte porque son problemas de salud que no está en tu mano solucionar y te preocupas por la gravedad,por la curación,por una operación,por un tratamiento y por ver el sufrimiento en una persona que quieres.
Fuera de esos temas,todo tiene solución y de nada sirve preocuparse de más, porque sólo añades dolor a tu existencia.