Siempre creí que las palabras eran mi refugio, mi arma secreta.
Pero con el tiempo comprendí que a veces las palabras sobran. El silencio, profundo y resonante, puede transmitir más de lo que mil palabras juntas.
En esos silencios, las emociones fluyen sin filtros, desnudas y auténticas. Es en la quietud donde encontramos las respuestas que buscamos y que tan amenudo se nos niegan.
Porque a veces el silencio es la respuesta mas sincera y honesta…
Porque… Vivimos en una sociedad que nos empuja a comunicarnos constantemente.
Pero, ¿qué pasa cuando las palabras se quedan cortas? ¿Cuándo el ruido exterior nos impide escuchar nuestra propia voz interior?
En esos momentos, el silencio se convierte en nuestro aliado más fiel…
© copyrigth: Jose Luis Vaquero