Me dijo “quiero volver a vivir” y se fue sin decir ni adiós… Y lo acepté, claro que lo acepté, pero mi alma se llenó de tristeza y frustración.
Generaste tal confusión en mí que me costó ponerme de nuevo de pie, porque nunca llegué a comprender cuál fue la verdadera razón para que no quisieras volver.
La que empezó a vivir fui yo,cuando desperté de mi pesadilla y me desintoxique de tí, empecé a abrir los ojos y a ver la vida de forma distinta.