A veces la vida como la mar parece una locura, una tortura, las olas chocando entre sí parecen querer derribar aquello que me costó tanto construir, mi propia vida.
Y me veo en la ambigüedad de mi universo personal, sintiéndome un observador más de mi propia soledad.
Los pensamientos llegan a mí cargados de tantas emociones que no pude ni quiero expresar, que las dejo solo para mí, acalladas. Y aunque a veces me maltratan, también a veces se convierten en mi razón de existir.
Aunque a veces quisiera escapar de mí y solo puedo respirar, me inspiro en ese mar turbulento que, a pesar de los años, sigue habitando en mí que me mantiene atrapado en un duelo sin dueño que parece no tener fín.
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Autor de la acuarela: Juan Morales B.