¿Qujé importa mas? Enseñar a no ofender nos hace diferentes y es el primer paso para aprender a perdonar a disculpar, para hacernos más fuertes en nuestra forma de comunicarnos con los demás.
Mide tus palabras, se consecuente, no todo lo que llega a la mente ha de salir a la luz, hay cosas que al pensarla dos veces caemos en la cuenta del mal que puede hacerse.
REFLEXIÓN:
Aprender a contener las palabras es una habilidad que nos distingue y nos impulsa hacia una comprensión más profunda de la convivencia. La capacidad de enseñar a no ofender no solo nos transforma a nosotros mismos, sino que también establece las bases para el perdón y la comprensión mutua.
En este viaje hacia la comunicación consciente, es esencial medir nuestras palabras y ser consecuentes con su impacto. No todo pensamiento necesita ser expresado.
Permitir que la empatía guíe nuestras interacciones nos convierte en arquitectos de relaciones más sólidas, profundas y respetuosas. La autoreflexión se convierte en un foco, iluminando el camino hacia una comunicación más efectiva, cercana y realista.
Cuando entendenmos que nuestras palabras moldean realidades, nos comprometemos a ser guardianes responsables de la energía que emitimos a nuestro entorno. Este proceso de autoevaluación nos invita a pensar más allá de lo inmediato de nuestras respuestas, reconociendo el poder transformador de la paciencia y la reflexión.
La enseñanza de no ofender se convierte en una manifestación de autenticidad y madurez emocional. Se trata de construir puentes que faciliten la comunicación en lugar de muros que tienden a dividirnos, fomentando la comprensión en lugar de la discordia.
Este camino nos transforma y contribuye a un mundo donde la comunicación es una herramienta para construir y nutrir, más que para destruir y dividir.
¿Qué te importa más? Preguntate.
© copyrigth Jose Luis Vaquero







