Muchas veces en nuestra vida diaria no somos conscientes de nuestra influencia en los demas y aun más sobre los mas pequeños, sobre la infancia a la cual podemos arrojar luz pero otras veces los mostramos nuestras propias sombras lo cual los determinará como crecer.
No daré las gracias a mis verdugos, aunque ellos fueran mis maestros, pues a pesar de enseñarme a ser más fuerte, de algún modo vivo constantemente en guardia, porque se quedó en mi algo de ellos.
Quizás podría haber sido alguien más sensible, más cercano, más amable, muy diferente, pero ellos me arrastraron a sus mundos oscuros, inertes, hasta que comprendí que yo no era así y después de liberarme y desaprender hasta donde pude, elegí ser quien ahora soy, aunque sé, soy consciente que una parte de ellos siempre la llevare en mí.
No dejare de luchar, seré más reflexivo, en cada decisión, no me dejare llevar por la estadística de mi inconsciente.
Ellos me cambiaron no me dejaron ser yo, me hicieron diferente… No hagas tu lo mismo con la gente que amas, con la gente que quieres.
© copyrigth | José Luis Vaquero
No les daré las gracias…
Pero es cierto que supe enfrentarme a todo desde muy joven, quizá por obligación y eso me hizo fuerte