La luna le dijo al sol: En medio de mi oscuridad, tú eres mi estrella….
Te extraño tanto cuando no estás, que hasta que no me inundan tus rayos anunciando que estás por llegar, mi mundo se esconde sumido en el caos de las penumbras, luchando por querer quedarse en mi habitar.
Pero la fuerza que me aporta tu despertar me reconforta y me da fuerzas para soportar lo que la noche me pueda traer.
REFLEXIÓN:
El diálogo entre la luna y el sol es una metáfora que nos habla de la interdependencia y la conexión profunda entre dos entidades opuestas pero complementarias. La luna( nuestro lado oscuro), que brilla en la noche, reconoce su dependencia del sol (Nuestro lado consciente) para obtener su luz y sentido.
Este sentimiento de falta y anhelo simboliza cómo, en nuestras vidas, a menudo dependemos de otros para encontrar claridad y fuerza.
La luna representa la oscuridad y la soledad, donde las penumbras del caos pueden envolvernos. Sin embargo, la llegada de los rayos del sol, anunciando un nuevo día, trae esperanza y renovación.
Esta dinámica nos recuerda que, incluso en nuestros momentos más oscuros, la presencia y la influencia de aquellos que amamos pueden brindarnos la energía y la fortaleza necesarias para enfrentar las adversidades.
La reflexión también habla de resiliencia. La luna, a pesar de la oscuridad y el caos, encuentra consuelo en la promesa del amanecer. Esto es un reflejo de cómo, en nuestras vidas, podemos encontrar consuelo y fuerza en la esperanza de un nuevo comienzo, en la luz que otros pueden traer a nuestras vidas.
Finalmente, la metáfora subraya la importancia de la conexión emocional y la necesidad de reconocer y valorar la influencia positiva de aquellos que nos rodean.
La relación entre la luna y el sol es un recordatorio de que, aunque podamos enfrentar tiempos difíciles, la luz y la presencia de aquellos que amamos pueden iluminar incluso las noches más oscuras, brindándonos esperanza y fuerza para seguir adelante.
© copyright | Jose Luis Vaquero.
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