El silencio puede ser una forma de comunicación en sí mismo. A veces, cuando estamos rodeados de ruido y bullicio, es difícil escuchar y valorar nuestros propios pensamientos, emociones y sentimientos, el silencio nos permite aislarnos del mundo exterior y concentrarnos en nuestro propio mundo interior.
En este sentido, el silencio puede ser una respuesta a la necesidad de paz y tranquilidad que nos reportara un equilibrio personal. Cuando nos sentimos abrumados por el ruido y la emoción del mundo exterior, el silencio puede proporcionarnos un refugio y un espacio de calma ese que necesitamos para poder ver sin la coacción de la presión. El silencio también puede ser una respuesta a la necesidad de reflexión y meditación que a veces, cuando estamos rodeados de tantos estímulos externos, es difícil pensar con claridad y encontrar respuestas a nuestras preguntas. El silencio nos permite escuchar nuestra propia voz interior y encontrar las respuestas que buscamos.
Por lo tanto, podemos ver que el silencio en sí mismo puede ser una respuesta a muchas de nuestras necesidades, deseos y preguntas personales, esa puesta abierta a nosotros mismos. Puede proporcionarnos paz, tranquilidad, para poder reflexionar con una mayor lucidez y claridad. Es importante recordar que el silencio no es simplemente la ausencia de sonido, sino una forma de comunicación y conexión con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea.
© copyright | José Luis Vaquero







