Somos el reflejo de lo que pensamos pero aveces distorsionamos nuestra realidad…
La mente es como el mar: si está en calma, plana sin olas, el reflejo se puede ver tal cual.
Pero con muy pocas turbulencias en las aguas, el reflejo siempre se verá distorsionado.
La actitud y el equilibrio personal son los que mantienen nuestro mar en calma.
Creado por: Jose Luis Vaquero.
publicado en salfueradeti.com