Un amor fugaz en un amar a destiempo que quedó en nada.
Un susurro en el viento, un eco en la memoria, una melodía que se difumina. Nuestras almas resonaron, sí, pero desafinadas, como dos instrumentos que intentan tocar la misma canción en diferentes tonalidades. Un amor fugaz, un amar a destiempo que nació de la casualidad y se marchitó con la crueldad del destino.
Tus ojos, como dos abismos profundos, me atraparon en un instante. En ellos encontré un reflejo de mi propia esencia, un anhelo de conexión, una necesidad de ser comprendido. Y por un breve momento, creí que habíamos encontrado la armonía, que nuestras almas danzaban al unísono.
Un amor efímero en un cariño fuera de sincronía.
Las palabras se volvieron innecesarias, los gestos hablaban por sí solos. Un roce de manos, una mirada furtiva, un susurro al oído, eran la expresión de una pasión que crecía a la sombra del tiempo. Un amor oculto, un secreto que guardábamos celosamente, conscientes de que su destino era inevitable.
Como una flor que brota en invierno, nuestro amor estaba destinado a marchitarse antes de tiempo. La realidad se impuso con su fuerza inexorable, rompiendo la frágil burbuja en la que vivíamos. Y de la misma manera que llegó, se fue, dejando un vacío profundo.
Pero, a pesar del dolor y la tristeza, no puedo negar la grandeza de lo que vivimos. Un amor pasajero, sí, pero intenso y apasionado. Un amar a destiempo que nos llenó de vida mientras duró, que nos dejó una huella indeleble en el alma.
La Huella Imborrable de un Amor Perdido.
Ahora, solo me queda el recuerdo, la nostalgia y la esperanza. La esperanza de que, en algún otro rincón del universo, en algún otro instante, nuestras almas puedan volver a resonar, esta vez en perfecta sintonía.
Porque el amor verdadero, aunque no culmine en un final feliz, siempre deja una huella imborrable en nuestro ser. Nos transforma, nos fortalece, nos enseña a apreciar la belleza de los momentos efímeros. Y en el eco de la ausencia, en la quietud del recuerdo, siempre permanecerá la certeza de que, una vez, nuestras almas se encontraron, aunque solo fuera por un breve suspiro.
© copyrigth | Jose Luis Vaquero
Este amor que siento es a destiempo,no es para mí,pero lo siento,te sueño y quisiera que fuera real,pero no es el momento.