Cuando el viento de las emociones apenas nubla nuestra razón, llega a nosotros la calma.
Esa ausencia de movimiento mental, apenas perceptible.. y el pensamiento consciente se eleva hasta las capas mas sensibles en paz, para alcanzar la zona de nuestra mente más abierta, despejada y clara. Para acometer nuestras decisiones más complejas, desde una perspectiva más equilibrada, más sana.
Siéntate a mi lado, observemos el amanecer. Sintamos como nos llena y nos relaja, como la vida se complace cuando nos dejamos invadir por la calma.
© copyright | José Luis Vaquero
Ya no dejo que me roben la calma,me costó mucho conseguirla