Recuerda que… cuando las cosas llegan en el momento justo, todo sana, todo fluye, todo cambia, todo aquello que antes eras incapaz de cuadrar.
Por eso quizás, dejar que las cosas sucedan, cuando tengan que suceder, permitirte ser observador de tus propios procesos y no intervenir dejarlos correr puede ser la mejor forma de encontrar la calma sin obsesionarse con nada.
© copyright | José Luis Vaquero
Se que tengo que hacerlo dejar que fluya, esperar y ver cómo sigue todo .el problema es qué soy extremadamente sensible. Estoy en ello
Todo llega en el momento oportuno y las piezas de nuestro puzzle acaban encajando,todo queda en el lugar correcto.