A veces la soledad nos hace desconectar con algo más grande que nosotros mismos...
REFLEXIÓN, te invito a reflexionar sobre las diferentes formas de ver y sentir la soledad.
La soledad no elegida relacionada con la pérdida de sentido. La soledad no es un estado pasajero, sino una condición que surge cuando perdemos nuestra conexión con algo más grande que nosotros mismos.
Cuando el mundo pierde su significado y los valores que antes nos guiaban se desvanecen, nos sentimos perdidos y solos, incluso en medio de una multitud. La verdadera soledad es la ausencia de un propósito que nos trascienda y nos brinde un sentido de pertenencia.
A veces la soledad nos hace desconectar...
La soledad vista como un vacío existencial. El vacío no siempre se llena con compañía. A veces, el abismo más profundo se encuentra en el interior, cuando carecemos de un rumbo claro y de un sentido que nos conecte con el universo.
Rodeados de multitudes, podemos sentirnos aislados y desconectados, como islas flotando en un océano de indiferencia. La verdadera soledad radica en la ausencia de un propósito que nos inspire y nos motive a seguir adelante.
La soledad más profunda no es la soledad impuesta, sino la soledad elegida. Cuando renunciamos a buscar un significado más allá de lo cotidiano, cuando nos conformamos con una existencia vacía, nos condenamos a un aislamiento eterno.
La verdadera soledad es la ausencia de un propósito que nos inspire y nos motive a seguir adelante. Es como vivir en una casa sin ventanas, sin una vista que nos permita contemplar el mundo y todo lo que ofrece y lo que nos rodea.
© copyrigth: Jose Luis Vaquero