Escucha porque lo que nos hace crecer es lo diferente.
Cuando dejaste de decir lo evidente para sumergirte, en complicado, lo divergente, te das cuenta de la inseguridad de la gente.
Cuando no escuchan lo que quieren, cuando no ven lo que esperan, se sienten defraudados en sí mismo. Y se alejan.
No meditan, no piensan, no esperan, solo rechazan aquello que no entiende por ese enfrentamiento que representa consigo mismos.
Sé una persona diferente y acepta las opiniones contrarias, lo diferente, porque eso es lo que te hace pensar, reflexionar y crecer.
REFLEXION:
Abandonar lo evidente aventurarnos en lo complicado.
Cuando decidimos abandonar lo evidente y nos aventuramos en lo complicado, en lo divergente, nos encontramos con una realidad que muchos temen enfrentar. Vivimos en un mundo donde la seguridad parece ser el refugio de la mayoría, donde lo conocido y lo predecible ofrecen una falsa sensación de control. Pero cuando nos apartamos de ese camino cómodo y nos sumergimos en las profundidades de lo incierto, de lo que desafía nuestras percepciones, nos damos cuenta de una verdad inquietante: la inseguridad de las personas se revela en su incapacidad para aceptar lo diferente.
Escucha porque lo que nos hace crecer es lo diferente.
Es en estos momentos, cuando nuestras palabras no coinciden con lo que los demás desean escuchar, cuando nuestras acciones no se alinean con sus expectativas, que la verdadera naturaleza humana sale a la luz. La decepción que sienten no es hacia nosotros, sino hacia ellos mismos. Se enfrentan a un reflejo de sus propias inseguridades, de sus miedos a lo desconocido. Y en lugar de confrontar esas emociones, eligen alejarse, rechazar lo que no entienden.
¿Es un mecanismo de defensa.?
Esta reacción es un acto de auto-protección, un mecanismo de defensa ante la amenaza de lo nuevo y lo incomprensible. Pero es también una oportunidad perdida. Al cerrarse a lo diferente, se niegan la posibilidad de crecer, de expandir su mente y de enriquecer su espíritu. Porque es precisamente en la diversidad de pensamientos, en la confrontación de ideas opuestas, donde se encuentran las semillas del verdadero crecimiento.
Ser una persona diferente significa abrirse a lo desconocido, aceptar lo que no comprendemos a primera vista, y acoger las opiniones que desafían las nuestras. Este acto de humildad intelectual no solo nos permite aprender de los demás, sino que también nos obliga a reflexionar sobre nuestras propias creencias, a cuestionarlas, y a reformarlas si es necesario. Crecer no es un proceso lineal, sino una serie de encuentros con lo que es diferente, lo que nos descoloca y nos obliga a pensar más profundamente.
Aceptar no es renunciar.
Aceptar lo diferente no significa renunciar a nuestras convicciones, sino tener la valentía de enfrentarlas a la luz de nuevas ideas y permitir que la verdad, en su complejidad, nos guíe hacia una comprensión más profunda de nosotros mismos y del mundo que nos rodea. En ese cruce de caminos entre lo familiar y lo desconocido, es donde verdaderamente aprendemos, crecemos y nos transformamos.
© copyrigth | Jose Luis Vaquero.