Cuídate de mí porque no me reconozco ni yo misma…Las palabras resuenan en mi interior con una intensidad que me estremece. Es como si una ola de emociones me arrastrara hacia un mar desconocido, donde las aguas turbulentas de la transformación amenazan con tragarme por completo.
Siento que estoy cambiando a un ritmo vertiginoso. Cada día que pasa, me descubro un poco más diferente, un poco más alejada de la persona que solía ser. Es como si mi propia identidad se estuviera desmoronando ante mis ojos sin poderlo detener.
Y por un lado este cambio me aterra. Porque no reconozco a la mujer que se refleja en el espejo, una extraña que me mira con ojos llenos de incertidumbre y miedo.
Cuídate de mí porque no me reconozco ni yo misma… Por eso te necesito ahora más que nunca. Te necesito para que seas mi ancla, mi faro, para navegar por estas aguas turbulentas, para que me recuerdes quién soy y quién puedo llegar a ser sin dejar de ser quien era.
Sé que no es fácil estar a mi lado en esta transición este momento todo es como un acto de fé. Mis cambios pueden ser desconcertantes, mis emociones pueden ser impredecibles, hasta doler, mi propia presencia puede ser un torbellino de confusión e inestabilidad a la vez.
Pero te pido quedate… Quédate a mi lado mientras me redescubro a mí misma, mientras reconstruyo mi identidad, mi propio ser, mientras navego por este mar de transformaciónes para llegar a ser quien tenga que ser.
Eres mi faro en la tormenta, mi brújula en la oscuridad, mi salvavidas en el mar de emociones muertas. Si estas ahí, sé que puedo superar cualquier duda, cualquier obstáculo, incluso lo que da mas miedo: el de convertirme en una desconocida para mí misma y no volverme a reconocer.
Cuídate de mí, porque estoy cambiando en este trayecto no quisiera hacerte daño. Pero quedate a mi lado en este viaje. Ayúdame a descubrir a la mujer que estoy destinada a ser.
© copyrigth | Jose Luis Vaquero.