Te has convertido en una mala costumbre a la que mi abismo se asoma cada día, perdiendo el tiempo en soñar despierto.
Y te das cuenta que hoy todavía puedo sentir y me dejo llevar del tiempo para ahogar mis besos en esa mala costumbre que me apartó de ti.
Sí, esa mala costumbre de buscar excusas para no hacer lo que verdaderamente importa, y en ese momento te das cuenta cuánto me he perdido por ser una mala costumbre para mí.
Echo de menos los besos y las caricias que no te di, que se quedaron en mí, y si hoy te daría todos los besos que me perdí y cada palabra de amor que se quedó en mí antes de que la mala costumbre o el tiempo me alejen para siempre de ti.
REFLEXIÓN:
Siento una profunda melancolía y arrepentimiento por haber caído en una rutina destructiva. Me doy cuenta de que te he convertido en una especie de hábito perjudicial, una costumbre que se ha arraigado en mi día a día.
Cada mañana, cuando mi mente se despierta, el abismo de tu ausencia se asoma ante mí, recordándome lo que he perdido. En lugar de enfrentar esta realidad, me sumerjo en fantasías, en sueños que solo hacen más dolorosa la realidad que evito convivir.
Pero en algún momento, entre las sombras de la noche y la luz del día, una chispa de conciencia se enciende en mí. Reconozco que todavía siento tu presencia en cada latido de mi corazón, en cada suspiro que se escapa de mis labios, en el tacto de mis manos.
Sin embargo, en lugar de actuar sobre lo que siento, permito que el tiempo pase sin hacer nada y de esa forma poco a poco siento que me alejo. Me dejo llevar por la corriente de la vida, ahogando mis besos y mis deseos en una marea de indiferencia y conformismo.
Es entonces cuando la verdad me golpea con fuerza: he dejado de lado lo que realmente importa. He caído en la trampa de buscar excusas, de postergar lo que debería haber sido mi prioridad.
Y en este momento de claridad, veo cuánto me he perdido por aferrarme a esta mala costumbre de evitar enfrentar mis sentimientos y emociones. Echo de menos los besos que no te di, las caricias que quedaron en mis manos a la espera.
Si pudiera volver atrás, si pudiera deshacer esta telaraña de excusas y temores, te daría todo el amor que guardé para ti. Cada beso, cada palabra de amor que se quedó atrapada en mi pecho, esperando el momento adecuado para salir.
Pero temo que la mala costumbre, esta rutina de evitar lo que duele, o el implacable paso del tiempo, me alejen irremediablemente de ti. Y en este momento de sincera reflexión, prometo hacer lo que sea necesario para romper este ciclo, para liberarme de esta prisión de indecisiones y miedos.
Porque, al final del día, lo que más deseo es estar contigo, sentir tus besos y caricias que tanto anhelo. Y haré todo lo imposible para no dejar que esta mala costumbre nos separe y se apodere de mí.
© copyright | José Luis Vaquero.
Tengo la mala costumbre de pensar en tí,de soñar despierta con lo que pudo ser y no fue,y así un día detrás de otro,esperando una señal que no llega para lanzarme…
A veces pienso como serán tus besos,tus abrazos,salir una noche contigo,reírnos juntos hasta la madrugada,pero entonces salgo de mi ensoñación y me doy cuenta de la triste realidad,no pasará nunca.